José Daniel Merchán Naranjo*
El taller “Mucho con Poco” ha sido, en muchas formas, una especie de alivio en mi vida. Constaté, con la participación que tuve y las personas que conocí, que el llamado “emprendimiento social” es un modelo nuevo, fresco y emergente de incidencia política y social. Está calando su puesto especial en las actividades de la ciudadanía, muy en especial en la juventud, cada vez más preocupada por los asuntos públicos de sus localidades. Me enteré de “Mucho con Poco” por accidente, mientras leía artículos de opinión en un sitio web ecuatoriano. Cuando vi el anuncio sabía que ese taller sería lo mejor para mí, que me encajaría “como anillo al dedo”. Es así porque estoy involucrado en un proyecto de educación popular llamado “Academia Juan Montalvo”, donde con un equipo de estudiantes y docentes capacitamos a personas de barrios populares para que puedan hacer una incidencia política más influyente y sustancial. Este es un proyecto donde hacemos mucho con poco: no hay fondos, ni estatuto y tampoco somos especializados en educación para adultos. Pero conseguimos contactos que nos asesoren, planeamos clases, conseguimos espacio para darlas y los recursos didácticos para que los dirigentes aprendan. Y de paso, nuestros estudiantes son fieles a nosotros.Entonces me inscribí y decidí participar. El primer día, cuando se introdujeron los participantes, me di cuenta que no estaba solo. Hay mucha gente como yo que dedica parte de su vida (o a veces toda) a mejorar las condiciones de vida de otros a través de la acción política. Conocí a algunas de esas personas, sus historias, sus metas y sus convicciones, y vi lo tan idénticas que eran con las mías. Unos eran mayores, otros de mi edad, e incluso había menores, pero todos tenían una idea en común; que la acción política es imperativa en esta sociedad, que la inercia y la pereza son contradictorias a lo que representa ser ciudadano. No necesitas trabajar a tiempo completo en una ONG, función o cualquier institución sin fines de lucro. Sólo requieres cultivar la convicción de que el cambio social y político radica en ti, en lo que haces y dejas de hacer. Una vez que “te pongas la camiseta”, lo demás vendrá por su propia cuenta. Las conferencias, coloquios y trabajos en equipo con varias personas hicieron que conozca más de cerca las historias, logros y métodos de estos emprendedores sociales. Ahí aprendí, o más bien caí en cuenta, de los enormes sacrificios que exige emprender. Fines de semana de trabajo, madrugadas sin dormir, resultados que no se ven a largo plazo… la dificultad y el tedio son constantes en aquellos que decidieron empezar a hacer una gran empresa para el beneficio de la humanidad. Descubrí también la importancia de pensar estratégicamente, de tener un plan y hacerlo que se cumpla al pie de la letra, sobrellevando la incertidumbre y el cambio. Eso lo constaté al aprender sobre los beneficios de darse a conocer en las redes sociales, una estrategia para conseguir contactos que hagan de nuestras actividades más conocidas e influyentes. Lo mismo puedo decir del coloquio sobre consultoría ambiental, donde afiancé mis conocimientos sobre el marco lógico y las herramientas de gestión de proyectos. No sólo basta la convicción, pero también la capacidad de hacer estrategia y planeación. El trabajo en equipo que hicimos en el último taller me demostró lo necesario que es aprender a contar en los demás. Muchas veces caemos (incluyéndome) en el error de pensar que uno puede ser autosuficiente y cumplir con todas las actividades y responsabilidades. Nada más lejano en la realidad; si no contamos con un equipo no podremos lograr mucho. Todos los líderes del mundo han necesitado de un grupo que los ayude. La unión verdaderamente hace la fuerza. Estoy agradecido por el taller de “Mucho con Poco”. Fueron dos días intensos en los que caí en cuenta de la grandeza que tiene actividades que realizo y que hacen los demás jóvenes en sus realidades locales. También reconocí que tengo aún mucho más por realizar, pero que tengo la convicción suficiente para aceptar los desafíos que me llevarán a la consecución de mis metas. José Daniel Merchán Naranjo*, quien participó de los talleres Mucho con Poco en Guayaquil, Ecuador, es miembro del proyecto "Academia Juan Montalvo"