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Sembrando Semillas: Mi experiencia en los talleres Mucho con Poco

Gabriel Zura Zamora *

“Quizá uno de los más temibles pensamientos, el más temible acaso antes de morir, sea este: he vivido en vano.”Amado NervoEl Salvador, un pequeño país en el centro de América, por sus 21,041 km² es llamado como “El Pulgarcito de América”. Además es conocido por su comida típica: las pupusas; por la prosa de Roque y el humanismo y empatía de Romero. Pero como todo país latinoamericano tiene otra cara, lastimosamente es la cara que se ha sembrado en el extranjero. El fenómeno de las “maras” o pandillas, otra importación más que ha provenido del norte y que devora lo que toca, pero principalmente que arremete contra los jóvenes salvadoreños de escasos recursos.Los niños son usados como sicarios con el propósito de que si son capturados no paguen sus deudas en una cárcel sino en un reformatorio, luego estos serán puestos en libertad y seguirán delinquiendo.De acuerdo a la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples 2011, el 57.9 % de la población salvadoreña es menor de 30 años. Es decir, “la población salvadoreña es bastante joven, lo que facilita la renovación generacional en los ámbitos productivos y de la sociedad en general”(DIGESTYC:2011) No obstante, en la misma Encuesta se ven datos preocupantes como:• La asistencia escolar en el grupo de edad de 19 a 33 años representa un 13.4 %.• La tasa de desempleo en el rango de 16 a 29 años representa un 10.7 %. • 188,343 infantes entre la edad de 5 a 17 años se encuentran jugando el papel de adultos y aportando ingresos económicos a sus familias. • El ingreso promedio mensual de los hogares a nivel nacional es de 486.67 dólares estadounidenses.Estos números sólo reflejan el porqué estos niños optan por entrar en el mundo de la violencia para adquirir lo que se les dificulta de la manera más fácil. Y aunque los datos demográficos muestren que la mayoría de la población salvadoreña es joven surgen algunas dudas, por ejemplo: ¿qué oportunidades se le pueden ofrecer si la mayoría no llega a cursar Estudios Superiores? ¿Puede haber una renovación generacional con la poca preparación que algunos jóvenes tienen? Ahora tú, mi estimado lector, te has de preguntar: ¿Qué tiene que ver esto con “Mucho Con Poco”? Solamente quería dar una pequeña introducción sobre la realidad de mi país para que conozcas y porque además sé que, si bien no son los mismos indicadores en Argentina, Brasil o Costa Rica, u otro país Latinoaméricano, compartimos un denominador en común y es que nuestros países se encuentran dentro de la región más desigual del mundo: en Latinoamérica “el 20% de la población más rica tiene en promedio un ingreso per cápita casi 20 veces superior al ingreso del 20% más pobre”, según un informe de ONU-Hábitat. Estadísticas como las de El Salvador han llevado a jóvenes a expresarse y a incentivar el accionar por algo bueno y nuevo a otros. Son jóvenes quizás heterogéneos en pensamiento pero homogéneos en un solo objetivo: un país que brinde oportunidades para todos y donde los jóvenes, al aprovechar la apertura de oportunidades que se les presenta, puedan prepararse académicamente y convertirse en un verdadero relevo generacional.Así fue como muchos jóvenes fuimos a los talleres Mucho Con Poco en San Salvador, jóvenes que podemos ser caracterizados como líderes por la sociedad, pero que nuestra más importante es querer ser un cambio en nuestro pequeño país. Los talleres se llevaron a cabo del 31 de Octubre al 1 de Noviembre y fueron los últimos de la gira que realizaron los miembros de Asuntos del Sur. El Salvador tuvo el privilegio de cerrar esta increíble iniciativa.Yo fui de parte de un proyecto de jóvenes, Censura Cero, una organización cuyo principal objetivo es el incentivar a más jóvenes a alzar su voz y emitir opinión sobre los acontecimientos coyunturales. Esto fue lo que asimismo nos demostró Mucho Con Poco: los jóvenes pudimos dar nuestra opinión sobre distintos temas, conocer realidades de otros grupos juveniles y compartir experiencias diversas.A partir de dicho compartir y de tener conocimiento del actuar de otros grupos juveniles, el taller Mucho Con Poco nos otorgó otro valioso aporte: el aprendizaje mutuo y la posibilidad de conocer otros modos de actuar, patrón que puede seguirse e implementar dentro de nuestra propia organización.De ese modo, mis expectativas sobre los Talleres fueron cumplidas. Mi deseo era ver a más jóvenes opinar y dar a conocer sus experiencias. En ese sentido, conocí a jóvenes que están dentro de organizaciones en Pro del Medio Ambiente, hasta los que desean difundir la cultura por medio de la música, mientras estamos aquellos que nos preocupamos por el rumbo que le están dando a la política en El Salvador, la falta de transparencia de los representantes del pueblo y la corrupción.Entre los ponentes estuvieron Alejo Campos, Director de Relaciones Internacionales y Gestión de Proyectos de la Secretaría de Cultura de la Presidencia de la República de El Salvador; Giovanni Berti, Director Ejecutivo de la Agencia de Promoción de Exportaciones e Inversiones de El Salvador (PROESA); Cinzia Innocenti, catedrática de la Escuela de Comunicaciones Mónica Herrera, entre otros. Cada ponente aportó algo distinto a cada asistente, y en cada uno quedó un mensaje.Personalmente los Talleres Mucho Con Poco a través de sus distintos ponentes me enseñaron que:• Un proyecto debe estar pensado para la gente (independientemente del país donde se reside o trabaja), el cual además debe estar basado en nuestra pasión.• Tener liderazgo significa transformación social, ser líder no es mandar, más bien el líder aporta. Un liderazgo horizontal, donde las iniciativas se comparten y donde hay que tener ingenio para que se pueda replicar.• Ser jóven es sólo una etapa biológica que todo ser humano debe pasar. Lo importante es si nosotros como jóvenes conservaremos nuestra juventud, nuestra manera fresca de ver la realidad que nos rodea y tener la convicción de cambiarla para beneficio de todos. Una persona sembrará semillas durante su etapa de joven, posteriormente germinarán, las ideas madurarán y tendrán un efecto multiplicador sobre otros. Pero sobre todo me han dado una visión. Los Talleres demuestran, de igual modo, que no hacen falta muchos recursos para lograr una meta. Si hacemos la analogía con el inicio de vida de una planta, ésta inicia con pocas semillas y al cabo de unos cuantos años produce más frutos que las semillas que le vieron nacer. Frutos que contienen más semillas. Frutos que se siguen produciendo hasta que la planta finalmente muere. Cuando esté al final de mi vida, quiero ser una persona que diga: no he vivido en vano, viví en juventud toda mi vida y produje frutos que contienen más semillas.Sembremos semillas, sigamos transformando nuestra sociedad. Sigamos haciendo mucho con poco* Gabriel Zura Zamora es Director en Censura Cero y participó de los Talleres Mucho con Poco en El Salvador

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